Las leyes de la física controlan tu vida

Hace poco, en mi faceta de terapeuta moco-consoladora con M, le solte esa frasesita. Obviamente se quedó de a cuatro y mas porque estabamos hablando de su nonato matrimonio. El tequila ayudó sin duda a que mi filosofía física-amorosa aflorara.

La primera vez que J me dijo que se quería casar conmigo fue en la boda de uno de sus amigos. La amorosa pareja se habían comido la torta, así que aun faltaba mucho tiempo para que nosotros le entraramos a eso (la sociedad clasemierdera tapatia dice que tienes que acabar primero la carrera). A pesar de haber tenido en ese entonces 2 años de novios, yo nunca lo había considerado. Como que desde ese día nuestra relación se volvió mas seria y formal (en terminos de una sociedad clasemediera tapatilla, claro está, ya que yo era una pinche mocosa imberve).

Así que cuando me divorcié y aprendí que había otros modos de vivir la vida, me olvidé de esa palabrita. No la necesitaba, no era para mí.

Entonces con A nunca quise casarme. Ni él conmigo, pero eso no tiene nada que ver con estar juntos... Luego la vida pasa y a los pocos meses de no vernos me dijo que le pidió ella que se casara con él. No me cayó el bien el veinte, creo que es de las cosas que nunca podré entender.

Una noche de tragedia queretana E me pregunto si me casaba con él. Estaba borracho y yo completamente adicta a esos domingos. Pocas semanas después todo había terminado. Y saz, otra de las cosas que nunca pude entender.

Supongo que el significado de un ¿Quieres casarte conmigo? más que una propuesta es una ilusión de querer ser felices siempre, como ese momento en que lo dices o te lo dicen. Es soñar en que esa burbuja puede durar mucho, mucho tiempo.

Pero la tensión superficial de las burbujas se rompe muy fácilemente. Por eso las leyes de la física controlan tu vida.

En mi caso, tambien el tequila