Oremos

De las pocas cosas que pensé que vería al comprar mi televisión de alta definición fue al primer ministro de Japón declararle la guerra a México. Ora si ya valió madre, pensé. En realidad el mismo trágico pensamiento había tenido cuando vi semidestruida la península de Yucatán y cuando ese ridículo -y adictivo- reality comenzó sus transmisiones a nivel internacional.

Todo comenzó unos años antes y según los narrado por dioses ante el tribunal supremo de justicia, todo fue culpa de Afrodita, que ante el rechazo desde hace cientos de años por parte de las demás deidades, decidió liberar a Mahoma. Éste había sido encarcelado hace 3585 años -terrestres- debido a su necedad de intentar regresar a la tierra y decir que todo había sido una tomadura de pelo. Por algo se hizo llamar solo "profeta" y no Dios. Como sea, Afrodita decidió que 845 años -terrestres- de abstinencia sexual eran demasiados y mientras pasaban por uno de esos gusanos, liberó y fornicó con Mahoma, quien aprovecho el momento para impactar esa nave triangular en el planeta tierra, cayendo muy acertadamente en la península yucatana.

Inmediatamente Calderón mandó la PGR, a la policía federal y a los antimotines asignados a los perredistas a ver que había pasado. Dicen que las heridas de los dioses fueron causados por los antimotines, la verdad tal vez nunca se sepa, pero a nivel internacional se repetían una y otra vez las imágenes de los extraterrestres (con cuerpo demasiado terrestre) madreados, apresados y enviados al bote.

Todos los canales pasaban a esos personajes demasiado reconocibles e impactantes: un Jesús sangrante (el Papa afirmó horas después que siguió sangrando por milenios, la verdad es que le habían puesto una madriza los federales porque era de los que mas miedo tenía), un altísimo Thor repartiendo madrazos con un palote, un muy chillón Zeus y una empelotada Coatlicue.

No hubo tribu, cultura, civilización o pinche pueblo perdido en el planeta que no reconociera a su "dios". Ya limpios y vestidos de gris, circularon en internet las fotos tomadas a su ingreso al cereso "La Palma". Jesús, Mahoma, Odin, Thor, Quetzalcoatl, Zeus, eran las mas visitadas, pero también había unos 1000 dioses menores que nadie sabía que pedo.

El gobierno no sabía de que acusarlos. Se planteó desde un atentado a la soberanía, pasando por destrucción de recursos naturales e incluso terrorismo. La cosa se complicaba con la imposibilidad de comunicación. Los dioses hablaban un dialecto divino y arameo o griego o latín, pero ninguna lengua viva. Sin embargo, un dios que hablaba castellano y que vivía en estos tiempos se reveló: su nombre, Diego Armando Maradona.

Resultó que la "mano de dios" no estaba tan lejos de la realidad. El Diez les ayudó a narrar lo sucedido y así como pasan las cosas en este país, soltaron a todos los dioses, les dieron la nacionalidad mexicana y los pusieron a trabajar en turismo. México, país de los dioses fue el nuevo slogan promocional.

Para el mundo, muy poco importó que fueran extraterrestres y que todo fuera una tomadura de pelo de miles de años. Ningún católico, hindú, árabe o loquesea se quería quedar sin ver a su dios. Nada cambió, ni hubo un movimiento filosófico, artístico o intelectual, ni las grandes religiones cayeron. Alguna excusa que involucraba la fe ciega, esperanza o cosas así expusieron las iglesias en un comunicados. Y tampoco las grandes masas de odiosos turistas que llegaron a la renovada península de Yucatán (donde se rehizo en una especie de disneylandia, pero de dioses) hizo que mejorara el PIB del país.

Un par de años después, el incidente estaba casi pasado de moda cuando Slim se asoció con Jerry Bruckheimer y produjo el reality show God Fight (Lucha Divina para los españoles) con presupuestos multimillonarios y locaciones en todo el mundo. Por supuesto, sólo los dioses mas reconocidos participarían y sería una especie de lucha libre, pero con efectos especiales. La transmisión fue prácticamente internacional.

Uno a uno, los dioses se fueron eliminando. Las naciones se paralizaban durante el show y se unían para votar por su dios favorito. Desde aquel día en que su nave se estrelló, se sabía que los dioses no tenían ningún atributo o peculiaridad "divina". No eran omnipotentes, ni arrojaban rayos, ni volaban, ni nada. Sin embargo y como licencia artística, les eran incorporadas estas cualidades "divinas" con efectos especiales. Así fueron pasando Ra, Krishna, Hefesto, Tláloc, Sibu, Imhotep, Odín, Zeus, Shivá...

Para el mundo fue una sorpresa que Quetzalcóatl llegara a las semifinales. Mucho se rumoró de que estaba arreglado "a la mexicana", pero cuando Baco lo desplumó todos quedaron conformes. Con esto, la final estaba escrita: sería Jesús contra Baco, dejando claro que hay la misma cantidad (o más) de ebrios, gordos y desmadrosos que católicos en el planeta.

Bruckheimer eligió como locación una isla cerca de Japón creada especialmente para el programa. Como siempre, en la final estaban todos los dioses e invitados especiales. La conducción de Maradona y Oprah fue cuidada hasta el fin y las cápsulas de Afrodita - Wild On eran sin duda las mas esperadas.

Ese día, aquella isla artificial era el centro de atención del mundo. Baco dio los primeros golpes fuertes, pero el público ya estaba acostumbrado a esto, ya que Jesús se dejaba madrear y cuando ya tenía una cantidad importante de sangre en el rostro, contraatacaba. Sin embargo, el tan esperado contraataque no se vio en televisión. La señal se perdió y una luz brillante fue lo último que los televisores sintonizaron.

Noticias ambiguas empezaron a circular. Un gran tsunami había cubierto a la locación, una explosión -posiblemente nuclear- había atacado a Tokio durante la distracción mundial, los dioses se habían largado llevándose a Oprah con ellos.

En realidad todo eso pasó. La "isla" no era mas que una nave que al despegar desató un tsunami que cubrió Japón. Y por supuesto, la culpa era de México, después de todo, los dioses eran mexicanos.

Ora si valió madre pensé mientras López Dóriga comentaba la noticia de la invasión japonesa y comentaba: "Solo nos queda rezar".