3.1.08

A mitad de camino entre el infierno y el cielo

Justo hoy que hace tanto frio se me aparecen fotos de como estas ahora. Mis ojitos desvelados las devoran, recordando lo que se sentía caminar por ahí. Hoy que otro aire frio alborota mi cabello, podría jurar que es el mismo que agita las banderas que salen retratadas la Mayor. Admito que el ver chocolate con churros de San Ginés si fue masoquismo.

Y es que apenas ayer, después de media botella de tempranillo alegaba a los presentes que el amor para siempre no existe... Sólo han pasado dos años que te dejé, tres que te conocí. ¿Cuanto mas falta para no volver a sentir que bajo de tirso de molina a lavapiés? El olor a miados, el refugio en las cafeterías.

Encuentro que Sol esta repuesto, el arbolito frente a correos ahora esta de blanco y que hay palomas en el cielo de la calle que va a la Plaza Mayor. El Rastro esta llenísimo como siempre y Hernanz cerrado como nunca. Solo a mi se me ocurre mandar comprar alpargatas en invierno.

Hace poco tiempo me dijeron con cierto recelo que ya me regresara a la chingada a Madrid. Yo me resisto a ir, porque como dicen por ahi, al lugar en que fuiste feliz no debes regresar. Pero a lo que realmente le saco es que quiera quedarme a ponerle nombre a los nuevos peces japoneces que en el lago del Retiro pusieron a vivir.

Hoy te extraño mucho y me extraño aun más.

1 atinados comentarios:

Sivoli dijo...

Ay güey... 'ora si me hiciste sentir ñáñaras... Chale.

Jeri, japiniuyir.