28.10.08

Insurgentes, de sur a norte.

Me subí al metrobús, desde La Joya hasta Potrero. Una hora y media por lo que debe ser la avenida más larga del mundo. Seguramente es, al menos, la más larga que yo he recorrido en un transporte urbano. Una hora y media como espectador desde una ventana, en la que la Ciudad de México te de una probadita de varios de sus colores y por supuesto, olores. Una hora y media en la que regresé a mi pasado chilango, a esa niña que la recorría -mayormente dormida- en el asiento de atrás de un bocho.

Pocas estaciones después de La Joya, grandes edificios se asoman. En lo alto llevan el nombre de la trasnacional que es soportada por mexicanitos que trabajan más que los gringos a la que pertenecen.

Después se asoma Ciudad Universitaria y su estación la presume como patrimonio cultural de la humanidad. En las noticias siempre la llaman nuestra máxima casa de estudios. A mi me hubiera gustado estudiar Historia ahí, lo admito. Mi papa es Doctor puma y no dejé terminar a mi mamá Letras. A la derecha, el campus con su característico edificio cuadrado adornado de motivos precolombinos. Poquito después y a la izquierda, el Estadio Universitario retacado de pumitas. Estaba a punto de comenzar el partido del que sacaron un patético empate, según me comentó un gatito que asegura no volverlos a ver esta temporada, ja.

Y comienza la zona de antros y restaurantes super inn. A parte de Polanco, creo que es de las zonas nice de la ciudad. Confieso que en uno de esos probé el mango al tequila mas delicioso de mi vida y que me pasaba un buen rato en su Liverpool comprando chocolates. Vi su edificio de pronósticos en estado bastante deplorable. De chiquita y regresando de Morelos, mi papá nos decía: "aquí vamos a venir a recoger mi premio". Veintitantos años después y no lo conozco por dentro, ja.

Se termina la zona bonita y sabes que va a comenzar el centro por los anuncios de ropa y electrodomésticos fabricados sin gusto y con material resistente. Los edificios se achican y se ve más gente en sus calles. Los chilangos caminan muy rápido. Si me preguntaran como son diría eso: caminan muy rápido, aunque no tengan prisa.

Me sorprendió ver Buenavista, recientemente restaurada por el tren suburbano. En esos primeros años de tapatía, viajábamos mucho en tren al DF. En pullman toda la noche, en cuartos para 6 con mis primas. Me gustaba mucho viajar así y me dio tristeza cuando lo quitaron. ¿Cómo estará ahora? ¿Cómo se verá desde esa ventana? Un día que no tenga nada que hacer tal vez vaya y me suba.

Pasando el circuito, me puse lista para salirme en la raza. Pero me distraje con una señora que traía a su perro en la bolsa y los 7 segundos que te dan para salir no me alcanzaron, no tengo esa habilidad, ja. No fue tan malo, ya que vi para donde quedaba la central del norte y ya en Potrero, salí del lado correcto, cosa que casi nunca hago.

Crecí con coche (bocho, pero coche al fin) y al ser mujer -y niña- primero mis papás y después mis novios la hacían de chofer. Ahora, tengo coche y pocas veces son las que he necesitado utilizar el transporte público en mi país.

Supongo que el siguiente párrafo es una patada en los huevos a la gente que no tiene otra, que aunque el metro cueste 2 pesos, los micros te cobren por kilómetros y te avientes todo Insurgentes por 4.5 varitos, tienen que sufrirlo todos los días y perder de una a tres horas de su vida -si bien les va- entre arrempujones y olores indeseables.

Pero como "extranjera", viajar en transporte colectivo te deja ver un poquito de la gente que vive ahí. De que aun hay gente que ayuda al cieguito y deja sentar a la señora con niño. De los jóvenes y de lo que hablan, de la melancolía que transmiten sus viejos. Se que es snob, fresa y mamón. Pero soy pueblerina y me fijo en esas cosas, que se le va a hacer.

7 atinados comentarios:

Anónimo dijo...

Deberías subir al metro en los domingos que se hace lo de "biciruta" y los vagones van llenos de ciclistas sudorosos con todo y bicicleta.
Es toda una experiencia religiosa

ge zeta dijo...

Ay mira no'más salío un post bien bonito de narrar el viaje en el transporte público.

Acá en Oaxaca afortunadamente como hay poca gente, los camiones van vacíos y todo es bien bonito para mirar por las ventanas, acá no sufrimos con olores y apretujones, pero sin con bloqueos, marchas y plantones, ¿Qué prefieres? ¡Já!

Unknown dijo...

hasta el metro es divertido uno o dos dias. para uso diario, no gracias.

«danito» dijo...

Yo una vez me subí al metrobus. Y ya. Solo una. No me quedaron ganas. Y no lo he vuelto a hacer.

Por lo bonito de tu recorrido supongo que no te subiste entre semana (iba a decir "horaspico", pero creo que ya a todas horas esta -peor que- lleno)

Eu. Dicen que insurgentes es tan larga que va desde Pachuca hasta Acapulco, C= wwwwwwwwwwwwhhheeeeeeeeeeeeeee!!!

Te falta uno en el tren suburbano, pa' que recuerdes la estación de Buenavista.

Nigger dijo...

Si te llegó un olor culero pasando Perisur, eran Diego (dlarar) y Gerardo (grish666)...

Y no te confundas... el vocho no será tranpostre público, pero tampoco es un coche. Es como decir que Querétaro es una ciudad cuando todos sabemos que es un pueblo.

La Rosy dijo...

Pos verán... me subí al metrobus el sábado por la noche y si fue medio apachurrado. me metí en un cachito entre el respaldo de unas sillas y un barandal porque iba con 2 mochilas y una bolsa. El domingo (el día del relato) si iba masomenos vacío, había poca gente parada.

Si vi los anuncios en el metro de las bicirutas, pero no, no estuve ahí.

El metro de México es único, ja

Serguei dijo...

Me gusta el metrobús como concepto, pero admito que lo aluciné durante un tiempo que debía tomarlo todos los dias... a horas pico pfff...