¿A que chingados vas a Argentina? y otras mamadas

Si el h. lector ha tenido el excelente gusto de leerme desde hace 3 años, sabrá que de vez en cuando me dan ataques de histeria por falta de sexo y otras veces soy extremadamente feliz viajando. De tal manera que empeño mis horas-nalga (mejor conocido como trabajo de computita) pa largarme a donde se me de la gana.

Mi mapita de feisbuc lo demuestra:

En amarillito esta donde ya estuve, los verdes donde quiero viajar

Sin embargo, el irme a Argentina causo un revuelo inusitado. Mi h. opinión es que: UNO. Están ardidos porque Argentina siempre se las mete en el fútbol DOS. Estan ardidos porque Argentina siempre se las mete en el fútbol. TRES. Los estereotipos Che están tan arraigados en los mexicanos como la pañoleta sobre la cabezota de Morelos. CUATRO: Están ardidos porque Argentina siempre se las mete en el fútbol.

Debido a que la ardidez es cosa más sexual, pues me remito al pedo de los estereotipos antes de las crónicas porteñas. Como mujer viajada y borracha que soy, he aprendido que los estereotipos no son más que la puntita del iceberg. Tienen su parte de verdad, pero por debajo del mar hay muchas otras cosas. Es una lástima que, si decides mover el culo de tu país, llegues a otro nada más para defender tu nacionalidad y quejarte porque no hay chile.

1. Los argentinos son unos presumidos, payasos, petulantes que se creen europeos. Pues a mi me trataron muy bien, son amables y, al saber que soy mexicana me platicaban cosas harto curiosas. En las crónicas de la gente, escribiré algunas líneas de esto. Así, en la primera impresión en Europa me llegaron a tratar mas pior.
2. La carne argentina no tiene madre. Muy cierto y acompañada de un Malbec es un manjar.
3. El tango es una mamada que necesitas elasticidad para bailar y poner cara de estar haciendo cuentas. Ni madres. Me enamoré del tango, de su sensualidad, de sus hombres.
4. Buenos Aires es una ciudad europea. Si bien sus edificios tienen una notable arquitectura francesa, art -decó o gachupina, BsAs tiene definitivamente sangre latinoamericana. Creo que es por sus cables (en Europa están escondidos), por los edificios "modernos" que luego se cuelan entre la arquitectura europea, por no quitar las luces de navidad (¿así o mas latinoamericano?). La calle mas ancha del mundo no existiría por nada en Europa, asi de fácil. ¡Y los árboles! No había estado en una ciudad de ese tamaño con tantos árboles y parques.

Me confieso totalmente enculada con Buenos Aires. Así que las siguientes crónicas son totalmente parcializadas, que al fin y al cabo, yo soy la que anduve por esas latitudes.