22.1.08

Otro día mas

Este cuento lo hice originalmente para metatextos, donde me dijeron que le faltaba acción. Nunca he hecho cuentos o cosas de acción, asi que lo intente y pues esto salió. Claro que es una ventaja no tener el límite de 300 palabras... a ver que les parece a mi adorables criticos. Igual no hay peor lucha que Lucha Villa.

-Otro día más, otra huída más- fue el primer pensamiento de Lagarto al despertar. Roca y Lagarto iban en esa cansada caravana de sobrevivientes de los Elefantes Pecosos. La única esperanza para los metahumanos era irse al Continente Oriental. Quizá en otro continente y con el Océano de los Desolados de por medio, podrían encontrar la tranquilidad que dan las noches sin luna.

Roca se había enamorado de Lagarto aquel día que se habían quedado atascados en el Charco del Suplicio y él la había salvado. Sin duda, el que Lagarto respirara con branquias ayudó. Roca lo amaba a pesar de ser una especie inferior, sin la capacidad de emitir melodías y colores al pensar. Nunca vio de esa manera a un Rojo Cristal, pero al fin y al cabo, todos eran metahumanos.
Amanecía y los pájaros invisibles cantaban. Sin duda, para Lagarto era el mejor momento del día, ya que Roca pensaba con tranquilidad y emitía melodías color púrpura-naranja que embellecían el lugar.

Después de copular, vieron los gritos azules de otra Primavera Pura. Los Elefantes Pecosos estaban a menos de 300 kilómetros. Eran bestias enormes y pesadas como la ausencia. Sus orejas les llegaban al piso, por eso eran llamados como aquel animal mitológico. Sin embargo no tenían ese largo apéndice sobre la cara y las 30 filas de dientes aterrorizaban a metahumanos e infrahumanos por igual.

Roca cerró lo ojos y revivió las imágenes del fallecimiento de Río, su hermano. Ella había alcanzado a subir al Cañón de los Árboles Sonrientes, por lo que vio el momento exacto en el que las 30 filas de dientes de un Elefante Pecoso se sobreponían una sobre la otra hasta partirlo en dos. En cierto modo, Río había tenido suerte, ya que había veces que las presas eran tragadas enteros y el sufrimiento por la abrasión de los jugos digestivos de estas bestias era peor. Roca lloró y el sonido percusionado de su dolor se escuchó.

Sentían como la manada se acercaba rápidamente… 200, 150, 100 kilómetros. La caravana apretó el paso, ajustando la velocidad con los rayos láser de reserva. Lagarto odiaba esa velocidad supersónica ya que le producía un ligero mareo, algo parecido a la embriaguez pero sin euforia y con el ritmo cardiaco duplicado. Tun tun explotaban las sienes. Tun tun ¿Que he hecho de mi vida? Tun tun en la punta de los dedos. Tun tun ¿Si no fuera por esta huida, Roca me amaría? Tun tun No. Si. Tal vez. Tun tun en las sienes. Tun tun. No.

Lagarto volteó la vista al panel de control y visualizó en el mapa 3D la Cueva de los Hermanos del Sol. Era un movimiento desesperado y tal vez letal, ya que la desaceleración requerida para girar 270º los dejaría a 20 kilómetros de la manada. Sin avisarle a Roca, ordenó a la computadora hacer los cambios necesarios. La pequeña nave giró con fuerza 270º exactos, para después rodar sobre su eje hasta detenerse a metros de la preciada cueva.

Se oyó un rechinido y al final un azote. Golpeados y asustados, los dos metahumanos salieron de su vehículo. Lagarto tomó a Roca del pelo de sus caderas y la llevó a la Cueva de los Hermanos del Sol. Sabía que no era seguro, por el rencor que éstos les tenían a los Primavera Pura (ya que no aceptaron el 44% de su DNA como metahumano), pero sin duda estarían más expuestos sin esa protección.

Así, agazapados, sólo les quedaba esperar otro día mas.

3 atinados comentarios:

Sivoli dijo...

Me late mexatextos, y mucho... pero a veces si me parece que sus críticas son exageradas, hablan mucho del contenido de una historia, que es lo que más se debería respetar y ponen menos atención a cuestiones que, si le hacen al "crítico literario" son bastante importantes, como revisar los hitos, el tejido del texto, la posición del narrador, etc etc...

El cuento si se me hace chido, no veo de dónde deba de llevar "más acción"


Saludos, CHTM.

El Mulder dijo...

"Después de copular..."

Psss,que fea manera de referirse al mañanero.

Otra vez los malditos pelos en la cintura de una hembra... y tenía que ser tan guapa... y tan peluda... y no parecerlo... ¡carajo!

Muy buena la acción, definitivamente se nota la influencia de Silverberg.

La Rosy dijo...

Sivoli: Yo que se, quien se de tiempo de leerte y que diga aunque sea que le cago la madre tu texto tiene su cosilla de bueno.

Chinga tu madre tambien. SALUDIS.

Mulder: naaa no seas fresa. Mira usa palabras raras para referirte al yada yada sex con una morrita. En serio, dilas y dudo que te vaya mal. Tampoco las digas a la primera, tantellale el agua a los camotes.

Y deja de quejarte de los pelos que ni que los hombres se vieran tan bonitos con tanto pelo.